¿De dónde proviene la palabra tutu?

Tutus de ballet

Deleitarse con una pieza del ballet clásico, es una de los placeres más apasionantes de la vida. Observar como una bailarina va dibujando con sus finos movimientos la expresión de una pieza es un festín a los sentidos y una aproximación a la belleza de la humanidad. 

Sin duda alguna, no hay un elemento más icónico de la danza que el vestido tutú. Ha sido representado por numerosos artistas plásticos y nada se asocia de manera más inmediata al ballet. 

El ballet como expresión artística, comenzó sus primeros movimientos cerca del siglo XIV en la Italia renacentista. De ahí emigró a Francia y fue en las cortes del Rey Luis XIV, donde encontró su hogar como parte de las celebraciones de la corte real. 

Posteriormente y gracias a la fundación de la Ópera de París, su extensión a toda Europa y al resto del mundo, fue solo cuestión de pocos años. 

Sin embargo, el uso del vestido tutú como parte del ajuar de las bailarinas, no se hizo popular sino hasta mediados del siglo XIX, cuando la bailarina Marie Taglioni, lo utilizó como parte de su vestimenta para la representación de La Sílfide.

Desde entonces el tutú, ha tenido variaciones y se han generado distintos tipos de trajes, adaptados a diferentes obras dentro de la puesta en escena.


Pero…¿De dónde viene el nombre?

A pesar que hoy en día, el uso del tutú es parte de la vestimenta obligatoria de cualquier compañía de ballet, existen muchos misterios alrededor de esta pieza tan emblemática. Por ejemplo, existen muchos mitos alrededor del origen de la palabra Tutú. 

La teoría más aceptada globalmente, es la derivación del vocablo Tul. Hoy en día los vestidos tutú, se confeccionan de distintos materiales como la muselina, gasa, tarlatán o nylon. El tul sigue siendo el material de escogencia por la mayoría de modistas a nivel mundial.

El tul, es una tela en forma de malla, que permite una ligereza de movimientos y que otorga al mismo tiempo vaporosidad y translucidez, lo que permite observar el movimiento de los pies y piernas de la bailarina en su ejecución. 

El tul, debe su nombre al pueblo Tulle en Francia, de ahí salieron los primeros materiales utilizados en la confección del vestido de Ballet. 

Otra acepción afirma que durante las primeras ejecuciones de piezas de ballet, los asistentes podían ver el trasero de las bailarinas. Algunos expertos lingüistas afirman que la palabra nació de la degeneración del vocablo “cucu” a “tutú”, en referencia a las extremidades de las artistas.

Sea en referencia a los tejidos o a las posaderas de las bailarinas, nadie puede negar que el vestido tutú, desde hace muchos años es símbolo de delicadeza, gracia y belleza. Un vestido tutú, es una pieza única, cargada de historia y que representa toda la majestuosidad de la danza. A la hora de escoger uno, debemos acudir a profesionales que nos asesorarán para obtener la mejor pieza adaptada a nuestras necesidades.