Descubre cómo la danza aumenta tu resiliencia

Resiliencia y danza

La Resiliencia. Esa palabra tan sonada y repetida en todas partes últimamente. Pero ¿Sabemos realmente su significado? Muchas personas lo repiten sin cesar y sin saber a ciencia cierta, qué significa ser resiliente. 

Incluso, muchas personas buscan la resiliencia como quien busca un tesoro, un bien físico y tangible. Sin embargo, la resiliencia es una condición del ser humano, que no se obtiene en ninguna tienda pero que sí puede desarrollarse y adaptar cada día en nuestra vida.


¿Que es la resiliencia?

En psicología, la resiliencia es la capacidad mental y emocional a sobreponerse a situaciones adversas y fortalecerse a partir de un episodio negativo.  La neurociencia, considera a una persona con resiliencia a aquellos que son capaces de mejorar a partir de un revés.

Los individuos que han sabido desarrollar su resiliencia, son más aptos para soportar el estrés, la presión y a encontrar soluciones de manera más eficiente. 


¿Como es una persona resiliente?

Resiliencia

Una persona que experimenta y práctica la resiliencia en su vida, tiene como práctica permanente lo siguiente:

Identifican los problemas: Observan las situaciones adversas en su conjunto y son capaces de descomponerlas en todas sus partes.

  • Tienen objetivos: Además, tienen misión, visión y jerarquías de objetivos respecto a diferentes situaciones de vida.
  • Dominan su interior: Las personas resilientes, son capaces de mantener bajo control sus emociones y manejan muy bien el concepto de inteligencia emocional.
  • Tienen estrategia: Son capaces de organizar una serie de planes de acción, de acuerdo a disponibilidad de recursos, tiempo y capacidad.
  • Son autocríticos: Saben que no todos los planes se cumplen del mejor modo. Saben desandar sus pasos y rehacer las actividades.
  • Aprenden: Los resilientes no ven fracasos en su vida, ven oportunidades para aprender y son capaces de identificar los errores cometidos, a fin de corregir curso y aprender. 

Resiliencia vs. Optimismo

Danza

Es una tendencia común, confundir la resiliencia como optimismo. Nada más alejado de la realidad. Una persona optimista siempre espera los mejores resultados y considera que todas las condiciones se darán en pro de lograr sus objetivos. 

En cambio, una persona resiliente, sabe que no siempre los resultados serán los esperados. A pesar de obtener reveses en situaciones adversas, aprende de los errores cometidos y de la situación en sí. Este aprendizaje lo utilizará en futuras situaciones para conseguir sus metas.

Por lo general, las personas resilientes son optimistas en el sentido que esperan lo mejor aún a sabiendas que puede presentarse lo contrario. Una persona optimista, puede no tener resiliencia en su vida.


La danza y la resiliencia

Cuando vamos a una obra de una compañía de danza, nos parece que lo que hacen los artistas es súper sencillo y que no implica esfuerzo alguno. 

Es que, para que la grácil figura de una bailarina profesional o la recia figura varonil de un bailarín, se vean como que están flotando en el escenario, se requieren de muchas horas de trabajo, esfuerzo y ¡mucha resiliencia!

La mayoría de los bailarines, dedican muchas horas al día a practicar pasos, fortalecer su cuerpo y aprender coreografías. Desde muy de madrugada cuando se ponen su ropa para danza, hasta bien entrada la noche cuando terminan su trabajo. 

Además de esto, deben hacerlo en coordinación con otros compañeros de forma acompasada y como si fueran un solo cuerpo. Errores milimétricos, se notará en la obra y peor aún, puede traer lesiones importantes.

Se necesita de una gran capacidad de resiliencia para día a día luchar con el fracaso de no aprender un nuevo paso o que una coreografía no esté saliendo a la perfección. 

Otro factor importante son las lesiones físicas. Al igual que los deportistas, los bailarines tienen en algún momento de sus vidas, padecer lesiones que los apartan de las tablas por tiempos, a veces, prolongados.  La presión del público, directores, compañeros y autoimpuestas, caen sobre los hombros de bailarines de todas las disciplinas. 

Saber lidiar con esta presión, especialmente antes del estreno de una obra, es virtualmente imposible sin la auto confianza ganada por años de resiliencia. 


La importancia del foco

Las bailarinas son personas enfocadas, que se plantean cada vez nuevos retos y metas a diario. Están enfocadas en el aquí y el ahora, luchan permanentemente en contra de las adversidades y no cuentan las horas de esfuerzo que sean necesarias para lograr sus objetivos. 

La resiliencia es probablemente una de las características más nobles del ser humano. Desde una bailarina que se levanta del suelo con la ropa para danza rasgada y sigue practicando una rutina, hasta un enfermo de cáncer que no se rinde ante la enfermedad y sale adelante contra todo pronóstico.

La capacidad humana de fortalecerse continuamente es fascinante y maravillosa. Sin duda alguna, la danza es una de las disciplinas que más fortalece la resiliencia y la fuerza de voluntad.